El término "fantástico"
ha sido usado para englobar producciones literarias bien diversas, como las
leyendas folclóricas, los relatos de terror, de fantasmas y de ciencia ficción,
entre otros. Pero, ¿cómo definir con precisión lo fantástico?
Cuando el hecho anormal no
resulta explicable ni se lo puede ubicar en otro mundo regido por otras leyes,
estarnos en presencia de lo fantástico.
El lector y los propios personajes dudan y así
se constituye la vacilación, propia del relato fantástico.
El acontecimiento se
presenta en este mundo en ningún otro, pero no puede ser explicado
racionalmente; es lo suficientemente ambiguo como para no permitir ni una cosa
ni otra y cuestionar así los conceptos de lo real e imaginario, de lógico e
irracional que podamos poseer.
De esta
manera, lo fantástico vendría a ser esa
franja de falta de certeza, la incertidumbre que nos cuestiona como
seres racionales y problemátiza la realidad que nos rodea.
Ejemplo: En "Chac
Mool", un cuento de Carlos Fuentes, irrumpe en el mundo cotidiano del
protagonista, Filiberto, un elemento, la estatua de una antigua divinidad maya,
que altera la lógica conocida. Se superponen tiempos y espacios, surge un
objeto con poderes sobrenaturales, se
produce una metamorfosis... Tanto los lectores como el narrador (un amigo .del
protagonista) no podremos comprender, por medio de la razón, esos sucesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario